a las 21:08 hs

Delgado, de piernas extensas, simpatía, frescura agradable. De 1,90 metro y facha de arquero, agacha su cuerpo, lleva sus dedos largos al teclado de la computadora, se mete en Internet y ratifica que lo suyo está lejos de los guantes. “Mirá el gol que hice, ni yo me lo puedo creer. El defensor pensó que iba a cabecear, pero salté y metí el taco de volea. Perdíamos 2 a 0 y ganamos 4 a 3 con tres goles míos (y una asistencia). En el partido de vuelta también hice un gol muy parecido”, le cuenta a Olé , subyugado con la joyita que él mismo fabricó en aquel encuentro contra Tolima, en diciembre del 2009, con la casaca de Atlético Nacional.

Enganche o mediapunta, muy fino, tiene desparpajo, una zurda con gambeta agresiva, pegada soberbia, capacidad de asistencia. Giovanni Moreno, de 23 años, es el diez de la selección de Colombia, una de las figuras del fútbol de ese país, el que despertó admiración por su talento y mantiene expectantes a los hinchas de Racing. Hoy le harán la revisión médica y en las próximas horas, una vez que se limen los últimos detalles, firmará contrato por tres años con la Academia, que pagará 3.000.000 de dólares por la mitad de su pase.

“Vine para ser campeón”, enfatiza. Aún no puso la rúbrica, pero ya empezó a jugar desde una presentación muy prometedora. “Pese a que tengo mucha talla, soy muy técnico. La gente se impresiona mucho cuando me ve jugar. Al principio van a creer que soy un central o un arquero. Después, con la pelota en mis pies, cambiarán de opinión y les agradará lo mío”, avisa el dueño de 81 goles en una carrera profesional de tres años.

-Tu llegada generó mucho entusiasmo. ¿Eso te puede perjudicar? -Es un arma de doble filo. El respaldo es muy importante, es preferible eso antes de que los hinchas no sepan con qué jugador se van a encontrar. Pero de pronto pueden esperar que uno dé mucho más...

-Para jugar en Racing se requiere temperamento, pesa la camiseta.

-Soy una persona tranqui y nunca va a cambiar mi estilo de juego. Los técnicos me pueden pedir alguna cosa diferente en cuanto a la táctica, pero mi forma de jugar será la misma. La gente se va a dar cuenta de que soy una persona muy alegre, van a disfrutar mucho de mi juego.

-Sos un lírico.

-Juego recordando que en la tribuna hay gente, tratando de que se diviertan como yo, aunque sé que me ganaré muchas patadas por eso y me hablarán los rivales. Pero sé que con un resultado en contra de nada te sirve tirar un túnel. Son estados de ánimo. Cuando el equipo está bien podés hacer esas cosas. Si no, no.

-El hincha de Racing valora mucho el sacrificio. ¿Estás preparado? -Lo que venía haciendo con la selección era eso. La gente se asustó porque veían a un diez tirándose al piso. Ramón Cabrero (lo dirigió en Nacional), muy inteligente, me dijo que tenía que saber atacar y defender. Soy técnico pero cuando no tenemos la pelota me gusta esforzarme para volver a conseguirla.

-¿Qué viste de Racing? -Pues conozco a Bieler, Hauche, Castromán, Ayala... Los referentes. Pezzuti y Orozco, dos ex compañeros que jugaron en Racing, me dijeron que la hinchada explota los estadios.