Este homenaje va para los pilotos y auxiliares que ofrendaron sus vidas por su país, así como sus familiares viven orgullosos de ellos, es deber nuestro mantenerlos en la memoria.
Transcribo un parrafo de Pierre Clostermann, as francés de la Segunda Guerra Mundial, piloto de las Fuerzas Francesas Libres; autor de dos obras maestras sobre la aviacion: Fuego del cielo y El gran circo.
“A vosotros, jóvenes argentinos, compañeros pilotos de combate, quisiera deciros toda mi admiración.
A la electrónica más perfeccionada, a los misiles antiaéreos, a los objetivos más peligrosos que existen, es decir a los buques, hicisteis frente con éxito.
A pesar de las condiciones atmosféricas más terribles que pueda encontrarse en el planeta, con una reserva de apenas pocos minutos de combustible en los tanques, el límite extremo del radio de acción de vuestros aparatos, habéis participado en medio de la tempestad, en vuestros Mirage, vuestros Etendard, vuestros A-4, vuestros Pucará con escarapelas azules y blancas.
A pesar de los dispositivos de defensa antiaérea y con los misiles de buques de guerra poderosos, advertidos con mucha anticipación por sus radares y los satélites norteamericanos, habeis arremetido sin vacilar. Nunca en la historia de las guerras, desde 1944, tuvieron aviadores que afrontar una conjunción tan terrorífica de obstáculos mortales, ni aún los de la RAF sobre Londres en 1940, ni los de la Lufwaffe en 1945.
Vuestro valor nos ha deslumbrado mucho y no sólo el pueblo argentino no debe olvidarlos nunca, sino somos muchos los que en el mundo estamos orgullosos de que sean nuestros hermanos pilotos.
A los padres y a las madres, a los hermanos y a las hermanas, a las esposas, y a los hijos de los pilotos que fueron a la muerte con el coraje más fantástico y asombroso, les digo que honraron a la Argentina y al mundo latino”.
¡Ay! La verdad vale únicamente por la sangre derramada y el mundo cree solamente en las causas cuyos testigos se hacen matar por ellas”.
Pierre Clostermann