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"Ahora también peleo, pero por los chicos..."
30-07-2011 Hugo Lamadrid, aquel aguerrido volante de La Academia, sorprende con su nueva función: es coordinador del Registro Nacional de Menores Extraviados. “A veces los nombres de los chicos perdidos coinciden con el de nuestros hijos... Y no podés evitar ponerte en el lugar de esos padres”.
El ex volante central de Racing vive una actualidad bastante diferente de aquellas épocas académicas de marca y quite: desde enero de 2009 coordina el Registro Nacional de Menores Extraviados.
-¿Cuál es tu función? -Soy el encargado de las relaciones institucionales, de crear los nexos con los gobiernos de otras provincias. El Registro sale muy asiduamente a dar capacitaciones y generamos jornadas en todo el país para darnos a conocer.
-¿Cuál es la función del Registro? -Articular información que nos llega desde las provincias, la Policía, gendarmería, las personas particulares. Si nosotros tenemos la denuncia de que un chiquito se perdió en Salta y que se produjo un hallazgo en Córdoba podemos cruzar los datos. Es un ente nacional.
-¿Cómo arrancaste? -El 2008 fue el año caótico en Racing con marchas y peleas contra Blanquiceleste y yo estuve al frente de esos bolonquis. En aquel momento yo laburaba en el HSBC, una multinacional con códigos de conducta y de ética... Entonces, no les gustó que yo tuviera tanta exposición pública y a fines del 2008 me comunicaron elegantemente dónde quedaba la puerta, ja.
-Imagino que tratás con casos muy difíciles en el Registro. ¿Cómo hacés para no involucrarte? ¿O es inevitable? -No hay manera. A veces, hasta los nombres de los chiquitos perdidos coinciden con los de nuestros hijos. Entonces te ponés enseguida en el rol del padre que no encuentra a su niño. Por eso, una de las patas fundamentales de este Registro es el equipo social que les brinda contención a los padres. Al principio era tremendo por la impotencia que me generaban muchas cosas. Te interiorizás de los casos y es muy doloroso... Pero aprendés a manejarlo.
-¿Seguís en el fútbol? -Presido una agrupación política en Racing que se llama 25 de Marzo.
-¿Te asombra cómo está el fútbol de hoy? -Sí, mucho. Ahora las cifras que se manejan son impensadas. Me alegra por los jugadores porque cuando se retiran se pueden dedicar a descansar pero es increíble. El otro día subí a Facebook una foto de mi primer contrato. ¿Sabés cuánto cobraba? ¡584 Australes! Dos mangos. El segundo contrato fue en 1988 y era 3.000 pesos de ahora. Hoy es algo tremendo. Me alegro de que el jugador pueda trabajar de lo que le gusta, invertir, y que el día que termine su carrera pueda seguir ligado al fútbol de manera tranquila. Antes te retirabas y tenías que salir a laburar de lo que fuera. Por eso creo que ahora hay que apuntar a un buen trabajo de Divisiones Inferiores, a muy largo plazo. Pero creo que es la única manera para que los clubes estén mejor, si no siempre van a tener el mismo problema.
-¿Extrañás el fútbol? -Yo siempre digo que hasta extraño los calambres de la pretemporada, ja. Uno cuando juega se queja de que concentra en los mejores hoteles, de que viaja en los mejores aviones... De lo primero que me di cuenta cuando dejé de jugar era que molestaba en mi casa. Cuando me retiré, mis nenes tenían cinco y tres años y yo tenía 33 en ese entonces. Y llegué a la conclusión de que durante 15 años nunca tuve la mínima idea de lo que se hacía en mi casa a la mañana. Así que no sabía si hacer mate, quedarme sentado “Correte para allá, mové eso”, me decían... Me sentía un pelotudo, ja. Encima estuve casi dos años sin laburar. Cuando colgás los botines, te enterás de que los chicos a la noche lloran y que a veces se enferman...
-¿Te ayuda en algo haber sido futbolista para tu trabajo actual? -Sí. Por ejemplo, con el Registro recorrimos todo el país, pero San Luis no nos abría las puertas por problemas políticos, que a mí no me interesan porque acá hay chicos de por medio. Entonces como en Villa Mercedes hay una filial de Racing, cuando preparé el viaje llamé a los chicos y le pedí que me habilitaran algunas puertas. Y al final hicimos la jornada en San Luis. Racing es así, tiene hinchas por todos lados.