Un campeonato con definición surrealista, casi como la historia de Racing, ni el más grande de los novelistas podía imaginar algo así. El país en llamas, millones de personas con tremendos problemas, crisis política, social, económica, muertos en las calles, y un grupo de locos enamorados solamente preocupados por saber cuando se jugaba el partido, que se suspendía, que se jugaba en enero, que se jugaba en febrero...
Solo lamento no haber sido un poco más grande para disfrutarlo mejor. Igual es un recuerdo imborrable, que huevos que tenía ese equipo, jugó contra todo y logró salir campeón igual, como bien indica la historia reciente del club, sufriendo hasta el último minuto.