Había un terrible incendio en un edificio .
La gente que estaba en los pisos inferiores fue subiendo, desesperada, a la azotea.
En medio del estupor general aparece MANOLO en la acera y comienza a gritar:
- ¡¡¡ Arrojaos, arrojaos que yo OS atajo !!!"
Todos pensaron que estaba loco.
Pero luego de unos minutos y viendo que el "infierno" se aproximaba, para todo perdido, uno de ellos se
arrojó al vacío...
El gallego realmente lo ataja con gran destreza y éste sale caminando como si nada.
Entonces, viendo que el sistema funcionaba, comenzaron a arrojarse los demás, uno por uno.
Luego de unos cuantos, se arroja un negro de Nigeria.
El gallego se queda mirando mientras cae, lo esquiva y el pobre hombre se hace pomada contra el piso.
MANOLO sin mirar siquiera al piso, se dirige hacia arriba y les grita:
- ¡¡ No perdáis tiempo con los quemaos ...lanzad los sanos … !!!...