Locura, miedo, pasión y tantas cosas más
Una multitud acompañó a La Academia en otra de sus batallas. Los guerreros de la tribuna desataron una fiesta en el primer tiempo, sufrieron toda la segunda mitad pero en el final del partido levantó al equipo y expulsó un desahogo desde los más adentro del alma. El ¿por qué? a semejante pasión es algo que ni las máximas academias españolas podrían explicar en algún manuscrito. El hincha de Racing como disfruta también sufre, a veces más de la cuenta y esta noche no fue la excepción.
Las dos cabeceras repletas de hinchas y las plateas cubiertas en casi su totalidad. El simpatizante académico pisaba el estadio Juan Domingo Perón con la ilusión y el desee de ver al equipo que le dio una paliza táctica a San Lorenzo.
Media hora antes del cotejo, la reserva de ambos equipos se medía en el verde césped. Desde la tribuna, las ganas de ver al equipo que maneja los sueños de todas las noches era tan grande que la gente necesitaba saltar, cantar y divertirse:
“Vamo acade no falles a tu hinchada, la que te sigue en las buenas y en las malas, vamo acade, con huevo valla al frente, no somo amargo como es Indesingente yo soy así a Racing yo lo quiero”.La euforia es sinónimo de la hinchada de Racing. Por algo, esta muchedumbre es de lo más raro que hay. Se bancan todo, festejan cosas inimaginables, sienten algo por ese hermoso escudo que ni el más fanático de otro club podrá sentir, “Sólo entiende mi locura, quien comparte mi pasión”.
A pocos minutos de la salida de los equipos por el túnel de la victoria, todo el Cilindro Mágico se encontraba de pie exhalando un grito de guerra que podría ponerla la piel de gallina a cualquiera:
“Racing mi buen amigo, esta campaña volvermo a estar contigo, te alentaremos de corazón, esta es tu hinchada que te quiere ver campeón, no me importa lo que digan, los del rojo y los demás, yo te sigo a todas partes cada vez te quiero más”. Y ahí sale Racing, vestido con la camiseta titular, caminando tranquilo hacia la mitad de la cancha, repleto de nenes, la cancha era una fiesta.
El encuentro estaba por dar sus primeros pasos y la banda entonaba:
“La celeste y blanca color que llevo en mis venas por esa pasión re loca que siento por La Academia, yo quiero a la gente cantando y de fiesta, como hace esta banda aunque gane o pierda, vos sos la alegría de mi corazón, por eso es que sueñe con Racing campeón”. En los tablones la gente saltaba y en el verde césped el que controlaba absolutamente todo era el conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo. Cuando la hinchada entonaba
“hay que alentar todos juntos por estos colores, solo te pido mas huevos para ser campeones” llegó el primer tanto de la noche convertido por el siempre querido Pablo Lugüercio.
Terminado el grito de furia, el himno que acompañó a La Academia durante todo el campeonato del 2001 se hizo presente en el Cilindro y ahí si, señora, señor, hincha de otro equipo, le aseguró que fue algo emocionante:
“Tenes que salir campeón este es el año, ustedes poniendo huevos y yo alentando, hace mucho tiempo que la vuelta yo quiero dar, y este año academia no me podes fallar, vamo acadeeee, vamoo acadeee”. Racing ganaba uno a cero y sus hinchas se permitían soñar, imaginarse la vuelta olímpica no es un deseo que nace desde los más profundo de sus entrañas sino que es una realidad, realidad que por momentos parece desmoronarse pero con la ayuda de todos este equipo puede hacer grandes cosas.
“Te alentare hasta la muerte, te alentare donde sea, lo único que quiero es ver a Racing campeón la vuelta en Avellaneda, La Academia mi pasión mi enfermedad, aunque ganes aunque pierdas voy a estar, la locura se transforma en carnaval, los domingo con La Guardia Imperial”. Estas palabras no es ninguna parte sacada de un libro o de alguna declaración de algún filósofo, es lo que la multitud cantaba cuando el conjunto de Avellaneda metió el segundo gol.
Con el dos a cero a su favor y el juego que estaba desarrollando el equipo albiceleste con el monopolio del balón en todos sus sectores, la gente no lo podía creer..
“Porque tenemo aguante, aguante de verdad, es la número 1, es La Guardia Imperial, que alegría que alegría, ole ole ola vamos Racing todavía, que estas para ganar”. El turno, en cuanto a los canticos, fue para los vecinos de enfrente. Si si, esos que no tienen cancha, baños, escaleras, gente, orgullo, sentimiento.. ¿Adivinó?:
“De pendejo vos lo vas a ver, la amargura llevas en la piel, muchas copas vos podrás tener, no una banda como la acade, que amargo que sos rojo..” El tema nuevo que elaboró La Guardia Imperial y que había escrito sus primeras paginas en el Nuevo Gasómetro, explotó anoche: El tema es Jurabas tu de Los del fuego y dice así:
“Racing es mi alegría, yo por vos dejo la vida, ni una quiebra tampoco el descenso, nada puede con el sentimiento que siento por vos, yo te llevo en el corazón, por eso vengoo, la acade, mi pasión, la alegría de mi corazón, la acade siempre voy, esta hinchada quiere ser campeón”. El tercer gol de la gloriosa academia fue una obra de arte: 12 toques de una banda hacia la otra, caño de Lucas Licht y cuando el arquero se le está tirando a los pies, el volante la empala como con la mano y le da el tercer tanto a Racing.
El primer tiempo se fue evaporando de a poquito y la gente comentaba por todos los pasillos del Cilindro la perfección de juego que estaba desarrollando su equipo, un primer tiempo a lo Barcelona, donde la contención del balón, el ataque constante y la imaginación para resolver momentos fueron el emblema escrito en la bandera.
Al minuto del segundo tiempo, el colombiano y gran jugador, Teófilo Gutiérrez, marcó el cuarto gol luego de un hermoso pase de Claudio Yacob. En las tribunas todo era emoción:
“Academia te llevó en el corazón, y en cualquier cancha que juegue voy con vos, no me importa si perdes o si ganas, academia cada vez te quiero más, vamo acade, vamo a ganar, Avellaneda es carnaval, donde jugues yo voy a estar, esta es La Guardia Imperial”. Pero como esto es Racing si no se sufre no tiene gracia, para que ganar comodamente y que el final del partido sea solamente una anécdota, si se puede sufrir y festejar el triunfo de otra manera. Olimpo descontó en tres oportunidades y la diferencia era de un solo gol a falta de 35 minutos de juego, no entraba ni un alfiler.
El miedo y la incertidumbre vestían a los miles de hinchas de La Academia, el
“Que esta noche cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar” bajaba de la tribuna y el miedo escénico se apoderaba de los jugadores.
El tiempo pasaba y Olimpo no podía empatar el partido, pero Racing tampoco estiraba el resultado. La Guardia Imperial manifestaba
“Vamoo Racing vamos, ponga huevo que ganamoos”. A menos de 15 minutos para la finalización del encuentro, la gente se unió en un grito para darle fuerza al equipo y poder empujarlo al arco contrario
“Yo paro en una banda, que es la más loca de todas, que sigue siempre a Racing con el vino y con la droga, para salir primeros, hay que poner más huevos”. Si hay una canción que emociona por lo que narra la letra y por lo que identifica a los hinchas académicos, es la que se cantó a falta de 10 minutos
“Racing es una pasión inexplicable, el veneno que corre en mis venas que llevo en la sangre, la enfermedad mortal que no quiero curarme, sos la droga que le pido a dios que nunca me falte, ponga huevo quiero un campeonato que cierre mi herida”. Faltaban 5 minutos, 5 largos años y una eternidad pero los hinchas del conjunto de Avellaneda seguían alentando al equipo. El
“De pendejo te sigo” se dio lugar en los últimos minutos del encuentro y la cancha, realmente, se movía
“Junto a Racing siempre a todos lados, nos bancamos la quiebra, el descenso y fuimos alquilados, no me olvido ese día que una vieja chiflada decía, que Racing no existía que tenía que ser liquidado”. El árbitro del encuentro tuvo el pito adentro de la boca por unos largos minutos pero el sonido que todos querían escuchar no llegaba más, el recuerdo de muchos partidos se venían a la mente, pero pese a eso, la banda recitaba “Acá esta la gloriosa banda de La Academia, la que va a todas partes la que siempre te aliente, a pesar de los años los momentos vividos siempre estaré a tu lado Racing, Racing querido”.
El cotejo finalizo y La Academia consiguió tres puntos importantísimos en la escalera del campeonato.
Pese al sufrimiento y al miedo, nadie me podrá discutir que no hay nada más lindo en la vida que ser hincha de RACING. Fuente: Racing.com.ar