"Colgué la guitarra, pienso en Racing 25 horas" El Mono Burgos, ayudante de Simeone.
Germán Burgos, flamante ayudante de Simeone, muestra su nueva faceta: obsesivo y minucioso, mira hasta dos partidos a la vez. “Ojalá terminemos como Mostaza en el 2001”, sueña.El Mono sonrié. Tira chistes como siempre. Es una persona sumamente elástica y agradable. Por eso resulta casi imposible sentirse incómodo ante un tipo espontáneo, sencillo, un ex jugador que debe ser querido por todos. O casi todos. Y volvió al país. Está de nuevo en la aventura que Simeone empezó en Racing. El Mono es Germán Burgos, el excéntrico arquero que también sacó fuego con las púas y la viola, el que bajó 30 kilos para motivar al plantel del Catania, el que sorprende cuando muestra su perfil de entrenador alterno: ahí, se acabo el Mono; ahí aparece el señor Burgos. “Esta profesión requiere que uno piense sólo en el equipo, en los rivales, en todos los detalles, yo soy un obsesivo, soy minucioso, no paro de ver videos, hasta llego a ver dos o tres partidos a la vez y, si hay radio, también la pongo. Es así, ¿eh? Soy hiperobsesivo, porque me apasiona esto, amo el fútbol”, confiesa con seriedad en el mano a mano con Olé.
-¿Y cómo vas a hacer con la música? Mirá que en Racing está Lugüercio que también toca...
-No, no. No habrá recitales ni rock. Eso pertenece a mi etapa de jugador. Yo siempre he dicho lo mismo, hace mucho que dejé la música. Ahora soy entrenador, y no podés ser entrenador y músico. Así que colgué la guitarra, je, ahora pienso en Racing 25 horas al día.
-¿Cómo caíste a trabajar con el Cholo? Porque parecen muy distintos.
-El me llamó antes de ir a Estudiantes. Y yo le dije que cuando viniera a Europa lo iba a acompañar. Y cumplí mi palabra cuando agarró el Catania. Antes le dije que no porque mis hijos eran muy chicos, ahora crecieron y uno tiene más autonomía para decidir. Con el Cholo jugué ocho años en la Selección y dos años en el Atlético de Madrid, mirá si nos conoceremos. Es más, nos miramos y ya sabemos lo que piensa el otro y eso es maravilloso, por ahí eso nos llevó a tener éxito en el Catania.
-¿Y hasta dónde llega tu injerencia?
-Mirá, siempre nos tiramos ideas, pero yo sé hasta dónde puedo llegar, respeto mucho la opinión de él, que es el DT. Aunque nos conocemos tanto que uno sabe ubicarse.
-Desde afuera uno te imagina como el nexo con el plantel, el tipo buena onda para hablar.
-Pero eso pasa con los dos, ojo. Nosotros tenemos como máxima estar cerca del jugador, escucharlo, estar ahí, saber qué problemas tiene. La cercanía es vital en estas cosas para tratar de que el jugador incorpore en el menor tiempo posible las ideas que tenemos. Entonces, le tenés que hablar y eso va a más allá de si sos o no simpático. Hay que hablar de fútbol y darle soluciones para las cosas que puedan pasar en la cancha. Debemos cubrirlo de esas situaciones para que él pueda desenvolverse normalmente.
-Tus conceptos parecen de la escuela de Bielsa.
-Por suerte he tenido muy buenos entrenadores, y otros que no fueron tan buenos, aunque de ésos aprendés cosas igual. Esto es así, un técnico se destaca más por ser un motivador, otro por su trabajo de campo, otro por estar en equipos chicos y hacerlos fuerte. Creo que tengo de todo un poco, pero la base seguramente es lo que aprendí de Timoteo Griguol, porque es lo que uno aprendió de más chico. Yo tuve a Aragonés, a Bielsa, al Tolo Gallego, un montón, de todos sacás cosas, es así.
-¿Qué cosas de Timoteo tratás de aplicar?
-Una es ver las Inferiores, así que voy a andar seguido por el predio Tita. Timoteo se sentaba atrás del arco cuando yo jugaba en Ferro. El se veía todos los partidos. Las Inferiores son el futuro del club y eso hay que quererlo y cuidarlo mucho. Voy a ir seguido.
-¿También vas a entrenar a los arqueros?
-No, no. No voy a molestar, les diré alguna cosita, nada más. Yo soy entrenador alterno y tengo que estas con todos los jugadores.
-El Cholo dijo que hay recuperar la identidad, ¿vos qué pensás?
-Acá uno tiene que defendoer los colores, esa pertenencia de la que habló Simeone es muy buena, porque si no parece que sólo la tiene la gente y hay que acercar lo que baja el hincha y lo que sienten los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes.
-¿Viste jugar a Gio Moreno y a Teófilo?
-Sí, claro. Teo me hace acordar a Juan Pablo Angel, por la técnica.
El Mono analiza todo con seriedad. La misión, entonces, pasa por tratar de recuperar los vestigos de esa alegría que lo caracterizó siempre.
-¿Vas a usar traje europeo como el Cholo?
-Nooo. A mí me gusta ir de buzo y jogging, soy ex jugador, tengo algunas cositas que me quedaron todavía y no me las saco, je. Si el club me dice que me ponga un traje, me lo pongo. Pero si me dan elegir, me gusta estar cómodo
-¿Cómo sos durante los partidos? ¿Te sacás?
-No, muy tranquilo. Yo analizo al equipo rival. Durante el partido me dedico a tomar apuntes y analizar al equipo rival, nada más.
-¿Todavía tenés el cronómetro de cábala?
-Sí, más vale, lo voy a llevar. Soy tan obsesivo que capaz que tengo dos relojes y el cronómetro, je.
-¿Vas a dar un golpe en el pecho como Griguol?
-No, no, ¿con mi mano? No. Ojo, un poquito de aliento sí, ¿eh? -Sos fanático de Napoleón y Julio César, los grandes estrategas, ¿se los hiciste leer al Cholo? -A mí me gusta leer a los grandes estrategas de la historia, fijate que en todas las academias militares estudian a Napoléon, que manejaba gente que iba a ir al frente y eso no era nada fácil, sobre todo en esas épocas. Al Cholo le comenté algunas cosas, como han tomado decisiones que luego se han traducido en victorias. Ah, y también está San Martín...
-¿Cómo te imaginás a Racing?
-Lo veo muy parecido al Atlético de Madrid. Son grandes, que han dejado historia dentro de sus ligas, sus camisetas se imponen mucho y los seguidores son tantos y tan maravillosos que emocionan.
-A Merlo le hicieron una estatua, ¿te imaginás con un final así?
-Ojalá que vivamos lo mismo que le pasó a Mostaza en 2001. Pero si en la estatua me ponen de espaladas, mejor, ja, ja.
Fuente: Diario Olè